El diseñador Sigfrido Serra vuelve a sorprender con una instalación que escapa de lo convencional. En el marco de Feria Hábitat Valencia y Textilhogar 2025, nos presenta Pinknic, un espacio que, en colaboración con la revista Interiores, se inspira en la estética del picnic y la transforma en una experiencia inmersiva y emocional donde el textil es el gran protagonista. Con el color rosa como hilo conductor, esta propuesta invita al visitante a detenerse, tumbarse y redescubrir el diseño desde un lugar más amable, elegante, divertido y sensorial.
¿Qué es Pinknic y cómo surge esta idea?
Pinknic es una instalación que juega con la idea del picnic como momento de pausa, de encuentro, de disfrute sencillo. “Me apetecía transformar ese gesto cotidiano —el de extender una manta, sentarse en el suelo, compartir— en una experiencia vinculada al diseño y al textil”. Surge del deseo de crear un espacio donde el visitante no se limite a observar, sino que participe, que se relaje. Donde el diseño no sea solo estético, sino también emocional. Y todo eso, teñido de rosa, claro.
El rosa está presente en todo el espacio. ¿Por qué este color?
El rosa tiene la capacidad de cambiarlo todo. Es un color alegre, emocional, y en este caso lo utilizo sin ironía y sin pedir permiso. Es un rosa que no es suave ni dulce, sino vital, presente, incluso un poco provocador. Me interesa cómo genera contraste, cómo transforma la percepción del espacio y cómo nos conecta con una cierta ligereza, con una energía positiva. En Pinknic, el rosa no adorna: construye.
¿Qué materiales y elementos componen el espacio?
El material principal, como no podía ser de otra forma, es el textil, concretamente de Industrias Bitex, para mí un referente como fabricante de textil en España. He trabajado con tejidos mullidos, superficies blandas y volúmenes generosos que invitan a sentarse, a tumbarse, a interactuar; todo ello ha sido posible gracias a la manipulación experta de Cire, especialistas en hacer realidad los sueños de mis proyectos.
También hay presencia de formas orgánicas y estructuras que evocan esa idea de picnic al aire libre, pero en clave contemporánea. Quería que el espacio tuviera algo de instalación artística, pero también de salón doméstico con licencia para el juego. Por ello, ubicaremos una gran mesa de material porcelánico 4D, ejecutada por SapienStone, la marca italiana por excelencia en cerámica.
La guinda del pastel es el mobiliario de The Masie, que este año vuelve a acompañarnos en esta instalación que, sin duda, no dejará indiferente.
¿Qué experiencia propones al visitante que se acerque a Pinknic?

Una experiencia sensorial, amable y divertida. Pinknic no está hecho para ser mirado a distancia, sino para vivirse. Me gustaría que el visitante se deje llevar, que entre y sienta que puede tocar, moverse libremente, relajarse. Que por un momento desconecte del ritmo frenético de la feria y simplemente disfrute. Y si se quiere hacer una foto, reírse o tumbarse en el suelo… mejor todavía.
¿Qué papel juega el humor en esta instalación?
El humor es fundamental. Muchas veces, el diseño se presenta desde una seriedad excesiva. Y, sin embargo, el humor también puede ser sofisticado, poético y emocional. Pinknic tiene algo de absurdo, de teatral, incluso de parodia, pero siempre desde el cariño y la intención de conectar con el público. Es una forma de decir que el diseño también puede ser divertido sin dejar de ser riguroso.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir con esta propuesta?
Que el diseño también puede ser un espacio para el placer, para la pausa, para el juego. Que no todo tiene que ser funcional o espectacular. A veces, una manta en el suelo, rodeada de texturas, formas blandas y buen humor, puede ser la mejor manera de reconectar con lo esencial: estar bien.
Y para finalizar, si Pinknic fuera una flor… ¿cuál sería?
Una Anemone. Por su presencia escénica, su exuberancia, su colorido. Es delicada pero contundente, elegante pero libre. Tiene ese punto de belleza indomable que me parece perfecto para resumir el espíritu de Pinknic. Y, además, florece a finales de septiembre, como Pinknic. Os espero.